viernes, 30 de septiembre de 2011

Poemas dormidos.

Estos son aquellos poemas, aquellos escritos que oculto ante los ojos de los demás.
Son los poemas dormidos, letras guardadas en un cajón olvidado.
Son los poemas dormidos... Aquellos que sólo despiertan al ser leidos... Estos son, solo unos tantos.
Signo de lo que puede la mente hacer tras toda una noche leyendo Becker...


"De alma poeta
Nací yo esquiva
En mis manos;
Las letras;
Son alma pasiva.
Fuego que ruge
Arma que brilla
Luz que se esconde
Por las esquinas."

"De mis dedos,
Inquietos;
Hoja en blanco
Nieve que cae
En siembra
Del campo
Palabras que,
En tinta,
Se quedan
Nadando."

"Sonrisas escondidas
En miradas inquisidoras
Enfados fingidos
Con palabras idiotas.
Silencios extraños
Entre risas de otras.
Gestos sinceros
Te delatan ahora."

"Por todo lo pasado,
Y lo que queda por venir
Sólo mirarte a los ojos
Ya me hace sonreír.
Tu locura, mi locura
Tu risa, mi devenir
Tus lágrimas, mi llanto
Y mis penas son por ti."

jueves, 29 de septiembre de 2011

En mis ojos.

Avance del libro que estoy concibiendo. Mucho tiempo me está llevando, pero ya casi está naciendo, ya casi está terminado.
Pronto.
En mis ojos...



[...]
Esas palabras retumbaron y rugieron en mi cabeza hasta que perdieron sentido. No le encontraba lógica, no, no era cierto, pensé una y otra vez. Adrik me estaba engañando, como siempre.

Miré al pasillo, Nacho ya no estaba. Mis ojos se abrieron como locos. Me deshice del movimiento de Adrik y me puse a correr.
¿Cámaras? A quien les importan. ¿Ruido? A mi no.
Corría por aquellos pasillos que parecían diluirse ante mis ojos, solo sentía que debía encontrarle, no debía estar lejos.
Una forma grisácea se puso delante de mí, choqué y caí de espaldas.
Escuché un arma lista para disparar, abrí los ojos y la encontré delante de ellos. Un soldado me apuntaba a matar.
No. No ahora. Me decía a mi misma. Apreté la mandíbula. La ira fluía dentro de mí cada vez con más rapidez.
Di una patada al soldado que le hizo caer, cogí su arma y le disparé.
No me detuve, seguí corriendo con el rifle en mis manos sin pensar que acababa de matar a una persona.
Ya veía a Nacho y él no se detenía.
Levanté el rifle y le apunté.

- Nacho, detente.

-Rocío… No lo voy a hacer y lo sabes.- Dijo mientras seguía andando.

- Nacho ¡Detente!- Hizo caso omiso a mi grito.

- ¡Detente o disparo!- Las palabras estallaron y tronaron mi voz. Mis ojos humedecidos se contenían por no inundar.

- No vas a disparar…- Musitó.- Esto es el fin.

- ¡No puedes hacerme esto!- Caminaba hacia él aún apuntándole, dispuesta a hacerlo en cualquier momento si no se paraba.

- Los sacrificios son necesarios…

- Debe de haber otra manera, ¡Tiene que haberla!

- No la hay…

- Mírame. ¡Mírame y dímelo a la cara!

Nacho se paró y tras unos segundos se giró. Su semblante era frío, como sin corazón, como una simple máquina destinada a cumplir su misión.

- No hay otra manera.- Sentenció, se dio la vuelta y volvió a su interminable caminar.

Simplemente me había quedado congelada, me había petrificado. Tenía la boca semi abierta de asombro mientras mis ojos vislumbraban más allá de lo que acababa de ocurrir.
¿Estaba hablando con un condenado a muerte? ¿Quería salvar un cadáver? ¿Me había enamorado de un muerto?
Todo dentro de mí se rompió en pedazos como el hielo en el que se había convertido, a pesar de estar en el infierno, por que él me había traído hasta aquí, por que por él podía ir hasta el fin del mundo pero ahora no sabía regresar sola.

- Te necesito.- Susurré mirando al suelo, con ambos brazos caídos.
[...]

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Estrella fugaz.

Cuando una canción sale de tu mente, de tu alma, necesitas papel y boli a un lado para que ese cosquilleo en tus dedos cese. No esperéis la estrella fugaz que os conceda el deseo.
Ve a por él y cúmplelo.

"Música aburrida en este local
bebes otra cerveza para olvidar
ven conmigo a otro lugar
aquí no encontrarás lo que viniste a buscar.
Sigues mirando el cielo
esperando tu estrella fugaz
y no miras el suelo
sabiendo que te puedes estrellar.



Chica, hoy descubriste que la vida no es como soñabas,
darme la mano y pega una zancada,
salta el abismo y dale una patada,
no estés triste, vamos a cambiar.

Quizás el mundo parezca maldito
pero tu destino aún no está escrito
si te sientes perdida suelta un grito
esta noche puede que duermas mejor.
Seca tus ojos, verás de nuevo el color
vas a sacarte de encima ese estúpido rol
por que quieres y puedes ser más grande que el sol.

Chica, hoy descubriste que la vida no es como soñabas
dame la mano y pega una zancada,
salta el abismo y dale una patada,
no estés triste que vamos a cambiar...

Sigues mirando el cielo...
esperando tu estrella fugaz..."


Para todas mis chicas que no pasan por un buen momento y se dieron cuenta de que el mundo no era como esperaban.
No os quedéis esperando a que pase vuestra estrella fugaz para que se cumplan vuestros deseos, por que quizá nunca pase y estéis perdiendo el tiempo.
Chicas, tan solo sonreír, por que podéis alcanzarlo todo, por que sin vuestras risas todo a vuestro alrededor se derrumba y todos a vuestro lado lo sienten.
Chicas gritad y decid lo que pensáis, que no os callen y no os corten las alas. Sois estrellas, sois luces brillantes que nunca se han de apagar...
Chicas... Vamos a volar =)

martes, 27 de septiembre de 2011

Cosas por hacer.

Esas cosas por hacer, esos sueños por cumplir, esas palabras sin dueño y vientos que sentir.


"Como un día de verano
Aunque largo también llega a su fin.
Como agua para el sediento
Así fuiste para mí.
Si ahora te veo con otra
No te dejes engañar por mi sonrisa
Que sigue igual de rota
Y quiere huir a toda prisa.
Por que dentro aún resuenan
Esos Tambores de discordia
Entre mi cabeza y mi pecho
Y sólo hay una victoria.
Voy a hacer que el abismo tenga luz propia.
Voy a hacer que el corazón empate con la razón.
Voy a sentarme aquí a tu lado.
Y voy a hablarte de amor.

Y si hago que mi cielo brille
Y no llorar de dolor.
¿Por qué no hacer este milagro?
¿Por qué es difícil? ¿Y qué no?
En silencios susurro tu nombre
En las tinieblas respiro tu olor.
En el lago se baña la luna
Y le pido sin dudas
Ver su color.
Dicen que es más fácil engañarse
Y creer en sueños imposibles
Yo digo que enamorarse
No es un juego sencillo.

Que quiero volar
y sentir el viento
Que decidí hoy ser feliz
Que voy a intentar hacerlo
Contigo o sin ti.

Voy a hacer que el abismo tenga luz propia.
Voy a hacer que el corazón empate con la razón.
Voy a sentarme aquí a tu lado.
Y voy a hablarte de amor…"

lunes, 26 de septiembre de 2011

Mi mente explotó.

¿Qué hacer, qué pensar, cuando una de las razones de tu vida, ese algo que te hace continuar cuando no hay nada mas… desaparece?
Darte cuenta de que tu corazón ha dejado de latir y que te has convertido en insensible a todas las emociones, que no sientes ni frío ni calor dentro de ti…
Sentirte vacía… Sin alma… Sólo un pesado cuerpo que anda por inercia… Que vive por inercia.


 
La mirada en el vacío, pues ya has visto todo lo que tenías que ver. El oído a la lluvia, por que, también has escuchado todo lo que tenías que escuchar. La voz en el silencio, por que, ya no hay nada más que decir, nada más que contar…
Faz inquebrantable, ya no cambiará. No reír, no decir, no soñar… Prohibido está.
Y en el abismo, en el insondable abismo sin fin que veis desde el borde sin mirar por miedo a caer, allí vivo yo… Agazapada en mi misma, sin poder salir… Sin querer salir…

No. No niego todo lo que sentí. No. No lo niego. No tengo miedo de decir todo lo que sufrí por ti, por que me hiciste, al menos, sentir viva.
Sé que ahora seré sólo más fuerte, que me creceré y me elevaré del suelo. Por que el “No puedo” murió hace mucho para mi. Por que si, el golpe me ha tumbado y me ha destrozado, pero chico, no pienses que me voy a quedar ahí por mucho tiempo.
Mi mente explotó… Es hora de recoger los pedazos y empezar otra vez…

domingo, 25 de septiembre de 2011

Ironía.

Me di cuenta tarde de que era una extraña sensación. No era frustración, aunque tampoco arrepentimiento, y sin embargo tenía un poco de las dos.
Lo definí como ironía, no como la manera que podemos llamar a algo, sino como un sentimiento más.
Por que me sentía como si dos personas pelearan a muerte en mi cabeza, como si todo fuera bien y como si todo fuera mal.
Mis planes no han salido bien, de eso no hay duda alguna. Y ya tampoco importa demasiado…
Voy andando por esta calle que esta vacía y parece que va a llover… Todo va a terminar pronto, para mal.
Ha pasado lo impredecible, lo más improbable y es que todo, absolutamente todo, saliese del revés. E incluso mis pensamientos creo que ahora están del revés también.



Veo el final de la calle y me meto por otro callejón, sólo tengo ganas de andar.
Pienso, sólo pienso. No soy como creen que soy, ni pienso ni siento lo que creen que siento.
Ni mi mente, ni mi corazón, ni mi alma se dirigen al mismo camino que creen que me dirijo, pero ellos ya piensan que si, y no puedo hacer nada en contra de eso.
Aún recuerdo sus miradas, sus sonrisas… Sobre todo una, extrañamente temerosa, con ojos nadando en los míos buscando quizás una escusa, una respuesta o un algo que le dijera que todo aquello no era más que una mentira.
Y ojalá hubiera tenido el valor de decírselo, de decirle que todo era un sueño que en algún día habremos de despertar.
Ahora ella no está, se marchó sin despedirse y tampoco quise sus besos buscar. Y me arrepiento.
Me detengo y miro a mis pies. He llegado. Escalo la pequeña valla, cierro los ojos y caigo al vacío.
Mi último pensamiento: Ironía.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Sonata de un soldado.

Volví a despertar, la ráfaga de disparos había sonado muy cerca. Abrí los ojos y me sorprendí al ver la luz del día… Otra vez.

¿Por qué desobedecí la orden de mi coronel? Ahora estaba en aquella trinchera enemiga abandonada, rodeado por decenas de cadáveres putrefactos al sol. Viendo facciones de terror en aquellos rostros desconocidos, que no eran de donde yo soy. Observando los galones, ahora inútiles, que todavía colgaban de sus roídos trajes y en sus manos, sus armas, imposibles de despegar…
Y yo tumbado entre medias, apoyado en la pared, como un maldito esqueleto que se mueve… Sin moverse, por que era incapaz de hacer otra cosa que no fuera dormir. No recuerdo como me dispararon, ni donde, sólo recuerdo estar aquí amontonado con los demás cadáveres.
No sé cuanto tiempo llevo aquí, perdí la cuenta de los amaneceres hace ya algunos… Sólo sé que tuve tanta hambre que el estómago y la cabeza me empezaron a doler, después desapareció como si hubiera comido, pero mi cuerpo, mi carne, mis músculos iban yéndose también… Tuve tanta sed que mis labios sangraron y mi lengua se secó y sólo podía beber cuando llovía… Ya ni siquiera olía el asqueroso olor de la guerra, ese olor a muerte pútrida, heces, sudor, gasolina, tierra quemada y pólvora…
Las moscas me comen, todos los insectos lo hacen…
Sólo puedo mirar. Y ya no odiaba a aquellos que estaban tumbados a mi lado, pero tampoco sentía pena ni compasión, no lograba sentir nada.
Unas cuantas ráfagas se escucharon muy cerca de allí y empecé a oír voces lejanas y después pasos. Con las armas levantadas apareció mi pelotón, en cuanto me ven las bajan.
Se están acercando a mi, no puedo creer que esto vaya a terminar. Quiero sonreír, pero no soy capaz de mover ningún músculo, tampoco puedo hablar.

- Está aquí…- Dice uno con voz cansada.

De repente han aparecido dos personas más con una camilla, me levantan y me tumban encima. Me palpan el cuello buscándome el pulso.

- No hay nada que hacer… Está muerto…- Dice mientras cierra los ojos.

¿Muerto, yo? No, no estoy muerto. Quiero gritar pero no puedo y van pasando uno por uno todos los chicos con cara de rabia y cansancio.

- Tio, vamos a ganar, vamos a ganar por ti…
- Ey, al menos te llevaste a algunos por delante…
- Valiente idiota… Te vamos a echar de menos.

El último me miró a los ojos y sonrió, puso sus dedos sobre mis pestañas y me cerró los ojos. Acercó su cabeza a la mía y con voz de mujer me susurró.

- Lo siento. Yo te he matado y por mi has muerto.

¿Cuándo? Era lo único que podía pensar mientras levantaban la camilla y comenzaban a andar entre el silencio absoluto, en el que ni los disparos se atrevían a molestar el duelo.
¿Cuándo había sido? ¿Cuándo había muerto? ¿Cuándo había perdido aquella guerra sin saberlo? ¿En qué momento pensé que aquello iba a salir bien? ¿En qué momento salió mal?
Yo había perdido en aquella guerra antes de combatir.
Yo perdí aquella guerra cuando dije de ir…

viernes, 23 de septiembre de 2011

Preguntas sin respueta.

Las cosas que la mente puede alcanzar…
Muchas veces la realidad es incluso más irreal que la propia imaginación, cosas que jamás pudieran pasar por ese centro de ideas increíbles terminan a menudo siendo superadas por la realidad, pero, ¿Qué es esto?¿Qué es esta extraña locura? Sueño mágico y sin palabras dicho, pero sin dudas deseado.

¿Una alucinación? ¿Una ilusión? ¿Un espejismo? ¿Cómo definir lo que se encuentra en esa finísima e invisible línea entre lo real y lo que no? ¿En que parte terminan los hechos y comienza la imaginación? ¿Qué viví y que me inventé? Ya no lo puedo saber por que ambas se han mezclado como en una pócima tan perfecta como inestable, tan bella como mortal…

Si sólo una pregunta pudiera hacerle si me respondiera con total sinceridad, quizás me quedara callada, o quizá le dijera: “¿De quien?”

jueves, 22 de septiembre de 2011

Sólo una vez...

Sólo una vez no pude. Sólo una vez mentí.



Un único momento en el que no logré mover ese cáliz dorado de la mesa, en el que la risa pasó a silencio. Sólo una vez bajé las dos manos, escondiendo las palmas entre los brazos intentando evitar que esos dos fuegos que siguen escritos con tinta indeleble en ellas me empezaran a quemar...

Sólo una vez mis párpados caídos desearon apagarse y esconderse entre los sueños oscuros, donde puedo sentir suavemente esa luz invencible cuando me roza los labios y me rodea, donde puedo volar sin ser ángel... Y tocar dulcemente esa estrella imposible que me trae y me lleva flotando por el firmamento a su antojo... Haciéndome desaparecer... Haciéndome brillar... Haciéndome sentir que nada es real...

Por eso es que en ese cáliz invisible no sólo había una verdad y una respuesta... También estaba lleno de una mentira y un silencio, mi alma viva y el mundo entero, ¿Cómo quieres, pues, que mueva tal peso?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿Real o no?

Me recordaron esas tres palabras entre dos interrogaciones y en seguida me puse a pensar. Una simple pregunta que no sé responder, o quizás, no quiera responder.
¿Real o no? No sé como es mi vida, de que manera.
¿Es acaso esto la realidad?


Un día me dormí y aparecí en un sueño, un maravilloso sueño, donde yo era quien controlaba mi vida, donde comenzaba a dar mis primeros y temblorosos pasos a todas esas cosas que siempre deseé hacer, me sentía bien, feliz, satisfecha y sobre todo grande… Sin embargo en algún momento que se difumina en mi mente, el sueño se tornó en pesadilla.
Perdí los mandos de mi vida, y de con un golpe me arrojaron del peldaño de aquella escalera que comenzaba a subir… Desapareció todo atisbo del pasado. No tenía donde agarrarme y simplemente caí.
Desperté ahogada de acuesta pesadilla, pensando que todo terminó atrapado entre las sábanas de mi cama, pero no me hizo falta más que mirar a mi alrededor para ver que la pesadilla continuaba aún despierta, que me perseguía fuera donde fuere, como una sombra pegada a tus pies, como tu sombra, que es la única que nunca puedes pisar, ni dejar atrás…
Por esto, esas tres simples palabras, esas siete letras formadas, me hacen pensar si esto es real. Por que quizás sea un sueño que un día ha de acabar… Pero quizás sea la realidad, y con eso, no puedo hacer más que llorar…
¿Real o no? De ninguna de sus variantes, ni si quiera la pregunta en su verdadero contexto podré responder.
Sólo puedo seguir pensando que, como cualquier otra pesadilla, esto también terminará. Y juro que lo hará.

La felicidad está en los pequeños momentos de cada día, de lo que te hace sacar una sonrisa… Las grandes metas vienen después de comprenderlo. =)

martes, 20 de septiembre de 2011

Sueños dorados, sueños robados...

Todos mis sueños arrebatados, como a una madre a la que le quitan a su hijo de sus brazos sin poder impedirlo. Como una broma cruel...



Sueños dorados, en algún día alcanzados... Sueños robados, sin sentido llorados. Pasaste a hierro, hierro pesado... color cobrizo, carcomidos y callados.

De tu vida a mi muerte que la diosa de la suerte quiso darme cada vez al verte y fuera así, lentamente... dolorosamente... por que te tengo siempre en mi mente.

Pesadillas, pesadillas y extraños sueños con el sol en mi cara reflejado en el agua dando y rozando figuras de colores sentidos...

Quieres correr, quieres gritar y no te atreves más que a cantar, sonrie a la vida, no llores al día y aprende a bailar... Azucar y el mar, tan dulcemente salado que es algo callado que sabes sin más...

lunes, 19 de septiembre de 2011

Las cositas que no logro soportar.

No creáis en las palabras de las personas, pues estas no suelen significar más que el vacío para el todo, estas personas, terminarán haciendo todo lo contrario que lo que por bandera llevaban.

A pesar de que te encuentres bien, no hace falta más que razonar los movimientos, medir distancias y escuchar las voces… Voces que aclaman gloria cuando en realidad susurran puñales.
Vivir en un mundo de dos caras cuando solamente se posee una significa que el mundo te enseñe una sola máscara.
Nacer tal como se es y vivir de igual manera… ¿Tan complicado es?
Hacer daño, es lo único que conlleva esa vida de sonrisas de teatro.
Yo solo quiero volver a reír de verdad, que me tratéis como una igual o simplemente quitaos ese antifaz de porcelana y decidme que no me queréis a vuestro lado. No importa, pero sed sinceros.
Cometer cientos de aciertos, cometer cientos de risas, cometer cientos de favores y ser recordado por unos pocos errores… Si es que te recuerdan.
Sin este mensaje ir a nadie concreto y a todos en general, ¿No se puede ser feliz de verdad? ¿No puede ser todo como antes de los errores del pasado?
Hay veces que es mejor decir la verdad aunque duela, y los que van diciendo esto a los cuatro vientos, ya pueden empezar a predicar con el ejemplo =)

domingo, 18 de septiembre de 2011

Mi vida, mis recuerdos y mis pensamientos.

Formas esa parte de mi alma perdida, de mis cartas prohibidas, de todo lo que soñé y pensaba, de todo lo que añoraba y en mis sueños vivía, de todo lo que un día pensé que sería y se quedó en la nada.
De todo aquello formabas, y de tanto pensar y arriesgar y de nuevo fracasar te hundiste en el fango de la ira, de esa cosa agresiva, pero, ¿Sabes una cosa? Ahora vivo la vida.


Pero no hay peor añoranza que añorar lo que nunca hubo. No hay peor dolor que saber lo que pudo ser.
Eres mi base, mi sustento, la parte fija que llevo dentro, la primera piedra que vio nacer mil y una noches y algún amanecer, la torturas, los lamentos y cada uno de los eventos que de alguna manera fastidié.
Por ti supe ver lo que era una mano vacía, una rosa de día y un dolor de pies.

No te mientas que es tontería, que para hacerte daño está el resto del año y para algo que sabes vas y te avergüenzas.
Que mente la mía. Que sonrío como una idiota llena de alegría y por la noche me acogen mis pesadillas, que no son más que mis sueños mordidos llenos de recibos de lo que pudo haber sido y al final no fue.

Y es que tú, formas parte de mi vida cautiva, razón sin salida, mis oscuros secretos y brillantes valías y aún todavía de esas cosas pequeñas que siempre odié.
Agua de beber. Y un viejo botón en la estantería, que más cosas daría por volverte a ver.
No hay nada más que hacer.

Después del punto final debería haber siempre dos puntos que le acompañasen para que así no terminen tus frases y cada vez que me hablases volver otra vez…

sábado, 17 de septiembre de 2011

El sol.

Extraños paisajes veo, música por los auriculares escucho. Son cosas que quieren llegarme al corazón, hacen que mis verdaderos sentimientos florezcan, que están bien guardados pues si por tan solo un instante los dejara volar me volvería loca, me haría ver la verdad de mi vida. Cosas que intento ocultar, cosas que intento olvidar. Una enorme grieta en el pilar de mi vida que nunca se arreglará y si lo intentas tocar, todo se viene abajo.
Se acumula… Se acumula… Como una bola de nieve… Me intento distraer… Escritura, pintura, amor… Pero son cosas banales que (Sobre todo lo último) no quiere estar de mi lado y no hace más que agrandar la pelota. Si, hay momentos preciosos en los que soy capaz de olvidarme de todo y simplemente sonreír, gritar como si algo en mi pecho explotara, o quisiera hacerlo.
 La felicidad, en mi caso, se debe tras resignarme aunque ahora tenga más que nunca la oportunidad para hacer mis sueños realidad… Todas mis “ansias” quedan aplacadas por el amor. Pero es malo, ya que nunca lo consigo y evidentemente si me resigno también ahí no tengo oportunidad de “explotar”, no tengo una válvula de escape a todo esta rabia y frustración acumulada durante, sobre todo este último año o más que nada desde septiembre que me di en la cara con la realidad.



No tengo nada ni nadie, pero el sol luce a mi lado susurrándome que me brinda todos los días, que tengo el mundo, que tengo las oportunidades, que la belleza me rodea, que la felicidad se encuentra secándose las lágrimas y alzando la cabeza y seguir caminando. Que hay presente, que hay futuro… Que el sol luce todos los días aunque no lo veas. Que las estrellas están ahí brillando sobre tu cabeza y que solo hace falta mirar y confiar, mirar y sentir y sobre todo y ante todo SONREÍR.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Lo contrario.

Que todo en mi mente queda y en mis sueños permanece, que mi vida frena y mis locuras reestablecen.

Esa fuerza que hace que todo vaya a la perfección y en un segundo termine muriendo igual que nació, como un relámpago entre dos tinieblas que desapareció.
Y no llega a mi comprensión que en todo lo que creo haya un error, sino más bien que estés tú por medio indicándole a un dios que es para mi lo correcto y lo que no.
Pues en ti no llego a creer, fortuna o suerte, diosa de mi muerte que la tumba cavó mucho antes de que por mi mente pasara cualquier antecedente de un deseo o decisión.
Lo contrario fue creado, y yo, que no soy su aliado, siempre me toca luchar por mi lado y siempre perder esta batalla perenne y al final acometerme, rendirme sin defenderme.
Lo contrario, siempre lo contrario.
Por decir A y no B. Por vivir como tal queriendo no ser cual. Por ser yo, y por ser tú y por que en mis sueños quedas.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Por una palabra.

Todo, absolutamente todo cambia cuando estando cadáver andante en el mismo borde del desierto te mira y dice esas palabras que pensabas impensables, cuando todo regresa a su lógica ilógica. ¿Como una palabra tuya basta? ¿Cómo una palabra destroza una argumentación? ¿Cómo hilas, con una única palabra, dos mundos opuestos?
Me miro el putrefacto cuerpo al notar calidez derramar. Me devolvió la sangre y las heridas suturaban. Me convierto en lo que deseas, en esa palabra mágica que me torna en vida y en el desierto florece, en ese mundo que querías que hallase.
Mi apariencia va regresando tanto tú me vas hablando. Me siento insuperable y parecer que ahora soy yo la que pisar puede, pero no lo cometo, pues sería cometer el error que yo odié. Siento todo en pasado, pienso el presente en tus palabras.

¿Qué pasó?
Sonreí, sonreíste y cuando quise seguir te marchaste. Pensaste que suficiente fue, que no merecía tanta comprensión y la espalda me diste, el silencio volvió.
No me convertí en cadáver, pues el corazón por inercia aún latía, pero se me paró y aquella palabra entre el polvo se iba.
¿Por qué lo hiciste?¿Por qué esperanza me diste para volvérmela a arrebatar?
Arrodillada me quedé mirando el vacío que creaste, en el precipicio del desierto que era mi alma, gritando de impotencia tanto las lágrimas morían y yo desaparecía dormida en mi misma… En mi misma.

Sabiendo, esto sentido perdió, por ello la ilógica volvió. Por todo, mi vida, un poco, murió.

Por un mirar.

Cuando la locura se confunde con el odio, cuando el odio se confunde con el amor, cuando las palabras salen solas...



Estoy aquí tirada, en esta yerma tierra, mirando el azul cielo tan brillante que me ciega, tocando la seca grava que se escurre entre mis dedos.
Mírame, digo, ¡Mírame!; vuelvo a gritar, estoy aquí tirada desangrándome mientras tú ríes en algún lejano lugar, pensando entre sueños ajenos, queriendo, en otros brazos volar. Pero yo, yo estoy abandonada. Girando la cabeza, pienso que me da igual, que nada de esto es real, que, no sirvo para amar.
Sin embargo una lágrima por mi cara corre rápida, que a la tierra cae y desaparece como si nunca hubiera existido o cómo si nunca la hubiera querido, me hace pensar que no es verdad.

Aquí estoy muriendo por algo que desconozco, pero intuyo su forma y temo acertar. Estoy en este desierto rodeada por tantas personas que me pasan por encima y nadie da cuenta de mí. Me lleno de esperanza cuando alguien me mira y descubre que existo pero después me deshago entre la grava del suelo cuando apartan la mirada y me vuelven a pisar.

Mis heridas no curan, estas heridas que tú me hiciste sin razón, pero la sangre dejó hace tiempo de brotar, pues cuando no late el corazón, dime tú, que ahora vuelves a ganar, ¿Qué fuego puede fluir por mis venas cuando la vida has quitado de ellas?

Me levanto como el inerte cadáver sin rumbo en el que me convertiste, no es otoño dentro de mí, Por fin veo a la gente a los ojos, a su altura y las aparto para caminar. En el límite te encuentro, en el borde apareces, en el fin del desierto te hallo. El barranco bajo tus pies me llama y su oscuridad me acaricia la cara.
Mírame, te digo, ¡Mírame! Repito sin cesar. Mira la cara de tu creación, mira su rostro sanginoliento, mira las marcas de la frustración y las cicatrices de tu silencio.
Ni experiencias que me avalen tengo, ni gracias ahora que me socorran, ni uso ni usanza, ni modos ni costumbres, en el amor algo falla, pero que de buscarlo haga, que de ti me borre.
Y esto que termina como una canción, no es más que una realidad, que la poesía se atreve a contar lo que a nadie la voz ha dicho.
Pero yo sigo en este desierto esperando una palabra tuya para cuando cuenta des de que mi rostro, mi cuerpo y mi alma destrozados por tu egoísmo siguen en pie, pidiendo una explicación y orgulloso y destrozado te haga al fin decir: Has ganado

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La extraña sensación

Pensamientos de hace un año, cuando la incertidumbre me era algo tan nuevo, tan misterioso como tenebroso. Miedo a lo desconocido. Miedo a perder lo que nunca tuve, a ganar lo que no fui.
La extraña sensación de olvidar como se controla una vida a que te la controlen a ti.

¿Sabéis de esa sensación que se siente cuando haces algo que no quieres hacer, pero no tienes más remedio que hacerlo?
Pues eso es lo que siento desde hace unas semanas con más intensidad, aunque ese sentimiento lleva conmigo todo el verano.
Ese querer y no poder, ese desear sin poder nunca alcanzar... Esa extraña sensación.
Sé que en cuanto esta feria termine me sentiré más sola que nunca, comienzo esa nueva vida que llevo viendo desde la barrera mucho tiempo, pero que nunca pensaba que me iba a tocar a mi.
Perder un estilo de vida para ganar otro nuevo, sin saber si será mejor o peor, me siento perdida y sin embargo con animo al ver lo que se me viene encima.
Cambios, cambios, cambios... Esa es la única palabra que tengo en mente últimamente.
Me distancio de la gente que más quiero, de aquellos que han hecho de mi vida un lugar casi perfecto y a los que les debo todo sin poder dar nada.
Comenzar la Universidad, practicamente sola, en una carrera que sé que lo voy a pasar mal.
Me tengo que olvidar de esta vieja vida... Algo que considero imposible. Olvidar de todas las cosas que me han hecho feliz... Algo imposible... Culpa de esa extraña sensación.

La senda de las palabras.

Comienzo esta senda de palabras con aquellas que le han dado nombre y título a este pequeño lugar.
Una canción antigua, sentimientos lejanos, que no son más que los percusores de una historia, de una vida, de un momento, pero también estallido de la magia, el despertar del gigante y el brotar de la sangre que corre por mis venas.
Aquella a la que llaman inspiración. Aquello que llaman escribir. Aquello que llamo "Yo".
"El viento recuerda tu piel,
la luna piensa sin fin,
la lluvia llora tu nombre,
y yo, me quedo sin ti.

El largo invierno quedó,
la nieve vino a por mi,
tu sombra me atrapó,
solo me queda morir.

El viento me arrastra sin fin,
me lleva a tu corazón.
No tengo miedo a la muerte,
si en ella encuentro tu amor..."