Mira allí arriba, encima de tus hombros y debajo de tus
pies. Escucha la tierra y el cielo que tú ves.
Siente girar, siente el movimiento. El mundo se mueve y con
él, el viento.
Mira aquel Sol, aquella estrella lejana. Nos calienta, nos
hace vivir. Es alma.
Entiende que si ese fuego no estuviera, tus pies no se
moverían y quedarían fríos.
Entiende que la luna se rompería en pedazos contra tu
cabeza.
Imagina un planeta, este planeta, tu planeta. Imagínatelo
tan sombrío que la noche sea día. Que no haya Sol, sin movimiento. No hay luna
ni viento. No hay mar y siempre las mismas estrellas.
Que la muerte es la mayor vida por allá por donde pisas. Que
sólo es un trozo de roca a la deriva en el espacio infinito.
Ahora, quiero que entiendas por que eres mi Luna y mi Sol,
mi noche y mi día, y yo, un simple planeta.
Y sin embargo, se mueve.
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