La noche fue un color, de la hora su fruto, si, aún recuerdo el olor, podrido, de sus uñas y trucos.
El amanecer de los heridos, condenación eterna en el olvido. Es la luz que nace entre los dormidos.
Y despertamos, y aquí estamos. Y no hace falta palabras bonitas para decir que te amo.
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