jueves, 10 de noviembre de 2011

El ángel en la ventana.

Y a mi lado, por la ventana el ángel aparecía y me llamaba. Cuerpo de mujer, agilidad de un animal, pero al escuchar su canto, sus alas renacían.




No era un ángel por que si. Lo era, nada más que decir.
Nadie más parecía poder verlo, y ella sólo me miraba a mi, volaba conmigo a mi altura y sus cabriolas me hacían enverdecer de envidia por no poseer yo una fuerza así.

 Me cantaba una y otra vez.

"  Coge mi espíritu y hazlo volar, sólo tú lo puedes lograr. Hazlo girar a ras de viento, hazlo vibrar y sentir el momento.
Hazme que toque la luna para luego caer en picado, hazla brilla hasta rozar el pecado.
Pero te quiero despierta, te quiero aquí, y quiero que duermas junto a mi.
Podemos rozar el cielo de forma inmortal y morir como los ángeles sobre nuestro mar.
                                                                                                 Pero te quiero despierta..."