domingo, 19 de agosto de 2012

¿Dónde se escondió el último amanecer?


De repente, la música se había ido y la luz apagado; y sin darme cuenta, el día había tocado a su fin...



Te esperé, y te esperé durante horas... Y sólo obtuve el silencio de respuesta.

Comprendí que aquellos petardos nunca calentaron mi corazón más que la llama de una vela y que significaban menos que ella. Murió la ironía.

Dijiste que la esperanza es lo último que se pierde, mientras te sonreía intentando ocultar mis ganas de llorar.


Dime, ¿Dónde escondiste la sonrisa? La busco y no la encuentro. Mira al horizonte y en diez minutos puede hacerse de noche. Oculta el día.

Oculta el día bajo el velo de tu sombra, por que mi noche empieza con el amanecer.

Y, entendí, que la oscuridad no pertenece a los ojos, sino al corazón.

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