martes, 20 de septiembre de 2011

Sueños dorados, sueños robados...

Todos mis sueños arrebatados, como a una madre a la que le quitan a su hijo de sus brazos sin poder impedirlo. Como una broma cruel...



Sueños dorados, en algún día alcanzados... Sueños robados, sin sentido llorados. Pasaste a hierro, hierro pesado... color cobrizo, carcomidos y callados.

De tu vida a mi muerte que la diosa de la suerte quiso darme cada vez al verte y fuera así, lentamente... dolorosamente... por que te tengo siempre en mi mente.

Pesadillas, pesadillas y extraños sueños con el sol en mi cara reflejado en el agua dando y rozando figuras de colores sentidos...

Quieres correr, quieres gritar y no te atreves más que a cantar, sonrie a la vida, no llores al día y aprende a bailar... Azucar y el mar, tan dulcemente salado que es algo callado que sabes sin más...

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