lunes, 26 de septiembre de 2011

Mi mente explotó.

¿Qué hacer, qué pensar, cuando una de las razones de tu vida, ese algo que te hace continuar cuando no hay nada mas… desaparece?
Darte cuenta de que tu corazón ha dejado de latir y que te has convertido en insensible a todas las emociones, que no sientes ni frío ni calor dentro de ti…
Sentirte vacía… Sin alma… Sólo un pesado cuerpo que anda por inercia… Que vive por inercia.


 
La mirada en el vacío, pues ya has visto todo lo que tenías que ver. El oído a la lluvia, por que, también has escuchado todo lo que tenías que escuchar. La voz en el silencio, por que, ya no hay nada más que decir, nada más que contar…
Faz inquebrantable, ya no cambiará. No reír, no decir, no soñar… Prohibido está.
Y en el abismo, en el insondable abismo sin fin que veis desde el borde sin mirar por miedo a caer, allí vivo yo… Agazapada en mi misma, sin poder salir… Sin querer salir…

No. No niego todo lo que sentí. No. No lo niego. No tengo miedo de decir todo lo que sufrí por ti, por que me hiciste, al menos, sentir viva.
Sé que ahora seré sólo más fuerte, que me creceré y me elevaré del suelo. Por que el “No puedo” murió hace mucho para mi. Por que si, el golpe me ha tumbado y me ha destrozado, pero chico, no pienses que me voy a quedar ahí por mucho tiempo.
Mi mente explotó… Es hora de recoger los pedazos y empezar otra vez…

No hay comentarios:

Publicar un comentario