lunes, 3 de octubre de 2011

Diario de una vida.

Me llamo Eva Mª F. P. y hoy llevo un año en el infierno.


Hace un año empecé a firmar ese contrato vitalicio que me condenó a la oscuridad.
Miles de ilusiones rotas, de esperanzas muertas, de dos ojos que sin fondo miran y una lágrima que nunca termina de caer; si, lo recuerdo bien; mientras mi mano escribía veloz por aquellas hojas en blanco…
En aquel momento, quiero creer que no sabía bien lo que hacía, por que no supe ver todo el dolor que me esperaba; claro, aún me faltaban unos meses para que me terminaran de quitar todo y empezara la pesadilla.
No caí a este lugar cuando escribía aquellas palabras. No. Mi descenso empezó uno o dos meses atrás de que aquello ocurriera pero por entonces pensé que era simplemente una piedra en mi camino, solo que aquella piedra estaba en el final del camino…
Tampoco llegué al fondo hasta meses después, en enero.
Agónica ansiedad disfrazada de indiferencia que sólo en puntuales momentos estallaba y explotaba, llevándome por delante.
Todo lo que creía seguro se marchaba. Todo lo que creía mío desaparecía. Todo lo que creía…
Y después… Falsa tranquilidad. Falsas esperanzas. Un falso yo.
Y sigo estando aquí, en una cárcel de lava de la que no puedo moverme ni un centímetro sin quemarme, me hiere, me duele, pero no quiere matarme.
Esperaré a que el infierno se congele o me lleve por delante…

Me llamo Eva Mª F. P. y hoy llevo un año en el infierno…

No hay comentarios:

Publicar un comentario